IMPERMANENCIAS - ENTREGA FINAL

Para llevar a cabo este ejercicio me resultó difícil encontrar un espacio que mutara constantemente y a la vez fuera interesante de fotografiar. Buscando, se me ocurrió retratar este rincón de mi casa, ubicado en la entrada. Aquel rincón que siempre veo, pero nunca miro, que funciona como espacio de un "ritual" antes de entrar a la casa: dejar los zapatos.
Me pareció llamativo captar los cambios constantes que sufre este espacio día tras día; mis familiares y yo llegamos y dejamos los zapatos casi sin mirar, y mucho menos ordenar, para luego reencontrarnos con ellos al rato o día siguiente. En el transcurso del ejercicio comencé a notar que el estilo de zapatos que cambiaban su lugar podía hablar mucho del día que se había vivido: ya fuera un día laboral, un fin de semana, un día de invierno o un día caluroso. De esta manera me encontré con una nueva forma de retratar a mi familia, no solo físicamente, sino mediante sus zapatos, los cuales, sin mostrar una descripción física de la persona, lograban captar la esencia de la misma: Su desorden, su estilo, su cuidado, su rutina, etc.
En cuanto a la angulación, me pareció interesante fotografía desde una perspectiva diferente, ya que no es la misma vista que percibe uno al entrar a la casa y verlo por primera vez. En este caso, busqué una posición más baja, a la altura del zapatero, lo que generaba un enrarecimiento en el ambiente, casi como si pudiéramos dialogar con los zapatos. Sumado a ésto, el lente angular utilizado, generaba una distorsión en los zapatos que se encontraban más cercanos a la cámara, agregándole cierto dramatismo a la fotografía.
En conclusión, me pareció interesante este ejercicio, el cual nos desafió a encontrar el interés en un espacio que no solía tenerlo, a mirar aquello que vimos mil veces pero aún así nunca decidimos percibir



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